ACORDAR II, ‘volver uno en su juicio’ ant., ‘despertar’, ‘caer en la cuenta’, sacado de acordado ‘cuerdo, prudente’, el cual viene del lat. CORDATUS íd., derivado de COR, CORDIS, ‘corazón’.

1.ª doc.: acordado en Cid, 1290, 2488, 2217; acordar en Berceo, Duelo, 111.

Es palabra bastante anticuada en el lenguaje literario, sobre todo en la ac. ‘despertar’; en la otra casi sólo se emplea en frases como cuando acordé, cuando quise acordar; no la posee otro romance que el portugués y el castellano. En latín cordatus se halla solamente en autores arcaicos o de baja época (Ennio, Plauto, Apuleyo, Lactancio) y una vez en el español Séneca: se trata, pues, de uno de tantos arcaísmos del latín hispánico. La sustitución de *cordado por acordado es debida al influjo de ACORDAR I. Del castellano (y no de ablativo latino CORDE) debió tomarse el guip. korde ‘sentido, sensibilidad’, kordegabetu ‘perder el sentido’, y con metátesis kordebagatu en Vizcaya.

DERIV.

Cuerdo [1251: Calila, ed. Allen, 135, 120], sacado de *cordado como pago de pagado, colmo de colmado, etc.; también port. ant. cordo (Edad Media, S. XVI), gall. cordo; de cuerdo: muela cordal ‘muela del juicio’ [Quijote].

Recordar intr. ‘volver en sí’ [Cid 2790, Duelo 195], ‘despertar’ [1476: Jorge Manrique], hoy anticuado en la lengua literaria1, pero vivo en Maragatería, Oeste de Asturias y otras localidades leonesas, así como en la Argentina, Colombia, Méjico y Santo Domingo (RFH VI, 226-7); también port. ant. recordar.

1 Muy clásico y preclásico aunque ya entra en decadencia en el S. XVII. Es frecuente en la Celestina (VIII, Cl. C. II, 17.6; XII, II, 108.26), en Timoneda, en el G. de Alfarache de Alemán (Cl. C. I, 83.24; II, 135.13; III, 141, 143.5) y en el de su imitador, y todavía se encuentra en Cervantes (Quijote, Cl. C. VII, 87; Coloquio de los P., Cl. C., p. 307; Nov. Ej., ed. Hz. Ureña, p. 288), en Lope (Dineros son calidad, Rivad. XLI, 70) y Tirso (Vergonzoso III, 485), sin que falte algún ej. suelto en españoles del S. XIX, por reminiscencia clásica o dialectalismo (Mz. de la Rosa, Da. Isabel de Solís I, cap. xi). Más raro es recordar ‘despertar’ como tr.: «no os mandé que no me recordássedesCelestina XII, II, 108.25; hoy en Nuevo Méjico (BDHA I, 300). El port. acordar ‘despertarse’ se emplea p. ej. en el Minho (Leite de V., Opúsc. II, 79).